MEETING JUAN MANUEL ÁLVAREZ CEBRIÁN

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“Un cuadro tiene el poder de cambiar la identidad propia del lugar y dotarlo de una personalidad extraordinaria y enriquecedora”


Juan Manuel Álvarez Cebrián es una amante de la pintura. Su trabajo refleja mundos cercanos y reales que van desde el hiperrealismo hasta el surrealismo. En estos mundos cercanos el artista plasma el mundo cotidiano desde su personal visión.

Sus paisajes, aparentemente sencillos, contienen insinuaciones inquietantes, y sus autorretratos revelan una personalidad fascinante.

¿Cuándo empezó a interesarse por la pintura?

No tengo ningún recuerdo ajeno a lapintura. Era un niño de cuatro años y ya garabateaba en blocs. No me daba miedo a enfrentarme a copiar temas muy difíciles para mi edad, aunque, lógicamente, fracasaba. Poco a poco iba fijándome en fotos de libros de pintura y ya con diez u once años descubrí que la pintura me apasionaba, pasaba horas y horas dibujando.

Con 15 años empecé a comprar libros de arte y técnicas, pero quizás fue el estudio privado el que más me aportó. El haber asistido al Museo del Prado durante años para copiar clásicos también contribuyó muchísimo.

¿Dónde nace la inspiración de Cebrián?

Es mucha la información que nos llega hoy en día por diversos canales, con lo cual siempre hay imágenes que, de alguna manera, te llaman la atención. Es un posible punto de partida pero, al final, cuando te pones manos a la obra acabas arrojando tu “yo” más personal, quieras o no. Es como una rúbrica que cada uno llevamos dentro.

Seña de identidad

¿Cuál diría que es su sello personal?

Me paso la vida observando los grises y como actúa la luz sobre ellos, intento llevar esto a cada uno de mis proyectos. Los contrastes también me obsesionan, quizá sea éste el sello más destacable.

¿Qué es lo que quiere transmitir con sus obras?

Una obra es un conjunto de cosas. Tiene un estudio inicial que parte de una idea mental, de una visión. A partir de ahí planteas una composición sacrificando sin piedad lo que creas conveniente. Te decantas por una gama cromática y la obra va evolucionando sola; a veces tu das y ella te  aporta, y otras muchas te domina y te hace cambiar de rumbo. Quieres que sea placentera, que tenga fuerza, que te atrape. Al final del proceso lo que transmites en la obra puede ser variado y personal dependiendo de los ojos que vean esa obra, pero es un conjunto de intenciones.


“Intento que mi obra sea placentera, que tenga fuerza, que atrape”


Una pintura no es una pieza de relleno

¿Qué papel crees que toma la pintura en la decoración de un espacio?

Para mí, como pintor y diseñador de interiores, es un punto muy importante. Ha de tener calidad por encima de todo y no siempre ha de “hacer juego” con la decoración del lugar, cosa que, por lástima, mucha gente entiende que tiene que ser así.  Esto es un error puesto que convertimos la pintura en una pieza de decoración como puede ser un simple jarrón, convirtiéndose en una pieza de relleno. La pintura ha de ser una pieza de arte en sí misma, que debe poseer personalidad propia y entonces estará perfectamente ubicada en cualquier decoración, sin importar el cromatismo.

¿Por qué los cuadros son piezas fundamentales para la decoración de los hogares?

Porque los cuadros tienen “el poder” de cambiar la identidad propia del lugar y dotarlo de una personalidad extraordinaria y enriquecedora. Una vivienda con una obra escogida adecuadamente puede ser indicativo de unos propietarios con una sensibilidad especial para apreciar el arte.


“Una vivienda con una obra escogida adecuadamente puede ser indicativo de unos propietarios con una sensibilidad especial para apreciar el arte”.


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